Profecías, ángeles y visiones: la historia de Lori Vallow, la mujer que mató a sus hijos porque eran “espíritus oscuros”

Lori Vallow sentía que tenía el poder de un Dios. Aseguraba tener visiones y decía que un ángel la protegía y la guiaba en una misión sagrada. Y creía, también, que todo lo que se interponía entre ella y su propósito divino debía ser eliminado. Aunque fuera parte de su familia.
Hoy, la “madre del fin del mundo” -así la llamó la prensa en cuanto se conoció su caso- cumple cadena perpetua en Idaho por haber asesinado a sus dos hijos -Joshua, de 7 años y Tylee Ryan, de 16- y por haber sido acusada de conspirar para matar a Tammy Daybell, la exesposa de su quinto marido.
Pero, además, en los últimos meses volvió a ocupar un lugar destacado en las portadas de los medios del mundo ya que recibió dos cadenas perpetuas más por conspiración de asesinato.
Después de la sentencia, mientras se la llevaban, alguien gritó: “¡Lori, púdrete en la cárcel!”. Antes, el juez Justin Beresky había justificado la decisión con palabras contundentes: “Han destrozado vidas, han socavado la confianza, han sembrado miedo en los corazones de muchos”.
Como describe NBC News, en abril pasado fue declarada culpable de conspirar para asesinar a su cuarto esposo, Charles Vallow, en julio de 2019. Menos de dos meses después de esa condena, la encontraron culpable de conspirar para asesinar a Brandon Boudreaux, exesposo de su sobrina.
Ella, por supuesto, siempre negó todo.
Si bien a simple vista la vida de Lori Vallow parecía de lo más normal, la realidad es que era intensa y oscura; era una vida marcada por pasiones, matrimonios frustrados, un extremo y extraño fanatismo religioso y muertes. Demasiadas muertes cercanas.

Entre profecías del fin del mundo y la llegada de un nuevo mesías, la crónica policial habla de una mujer que se convirtió en la asesina de sus propios hijos porque, según ella, se habían convertido en zombis.
Y, como ella era una diosa enviada para anunciar el apocalipsis bíblico, la única manera de “salvarlos”, aseguraba, era matándolos para que pudieran descansar en su otra vida.
Bella y enamoradiza: quién es Lori Vallow
Lori Cox -ese es su nombre- nació el 26 de junio de 1973 en San Bernardino, California, Estados Unidos. Allí creció junto a su hermano Alexander y su hermana Summer. Todos eran muy cercanos y tenían una hermosa relación.
Desde que terminó la escuela, Lori se dedicó a ser peluquera. Siempre fue lo que se considera hegemónicamente bella: es alta, rubia, seductora.
Pero además era muy -tal vez demasiado- enamoradiza. En su haber se cuentan cinco matrimonios. Su primer esposo fue Nelson Yanes; William Lagioia, el segundo. Joseph Ryan, Charles Vallow y Chad Daybell, los últimos. Estos tres son quienes protagonizaron, junto a ella, esta macabra historia.
Ryan fue el padre de sus dos hijos, Colby y Tylee, que nació en 2002. A su tercer niño lo adoptó en 2014 junto a Charles Vallow. El bebé, Joshua “JJ”, tenía 2 años, era sobrino nieto de su marido y tenía autismo.
Junto al pequeño y a Tylee, la pareja vivió dos años en Hawaii. Sin embargo, en 2016, tras fracasar con el negocio que habían emprendido, la familia volvió a su hogar en Arizona.

Dos años más tarde, Lori sufrió el primer golpe fatal. El padre de sus hijos mayores murió de manera súbita. Fue un ataque al corazón, dijeron. Esa fue la primera de varias muertes que rodearon su vida a partir de ese momento.
Visiones, ángeles y un amor prohibido: el principio del fin
Mientras aún estaba en pareja con Vallow, la vida de Lori comenzó a cambiar. El momento clave fue cuando se unió a Preparing A People, una organización cuya misión es ayudar a que la gente se encuentre preparada para la segunda llegada de Cristo.
Allí conoció Chad Daybell. Juntos preparaban los podcasts del grupo. La atracción fue inmediata. Poco tardaron ambos en comenzar una relación clandestina.
Daybell era escritor. En su editorial, Spring Creek Book Company, publicó más de veinte libros. Todos tratan sobre experiencias cercanas a la muerte -su familia históricamente había tenido empresas funerarias- y pensamientos sobre el fin del mundo. Lori se declaraba ultra fanática de sus historias.
El hombre había estado casado por casi 30 años con Tammy. Padres de cinco niños, juntos habían vivido en Springville, en Utah, y luego, en 2015, se mudaron a Salem, una ciudad de Idaho, en donde ella trabajaba como bibliotecaria.
Pero mientras el vínculo con su compañero se afianzaba, el matrimonio con Charles se hundía en una crisis. Lori estaba distinta, había cambiado. Decía tener visiones, que los ángeles la cuidaban y el fanatismo se había adueñado de ella.
Después de varias separaciones -y posteriores reconciliaciones-, finalmente Charles decidió pedir el divorcio. Era febrero de 2019 y la situación de la pareja se hacía día a día más difícil. Luego trascendió a los medios que Lori, incluso, le habría dicho a su esposo que lo mataría si él interfería en su destino divino.
Vallow retiró la demanda algunos meses después. Quería intentar, una vez más, salvar la pareja. Pero la suerte estaba echada.
Una muerte, una boda y una sospecha
La tarde del 11 de julio de 2019 parecía una tarde más. La familia estaba reunida, como lo hacía habitualmente. Sin embargo, el encuentro terminaría de la peor manera. Tras una supuesta discusión con Alexander, el hermano de Lori, Charles fue asesinado a balazos.
La versión oficial de los Cox fue que Vallow le había pegado a su cuñado con un bate de béisbol de manera violenta, por lo que éste no había tenido más opción que defenderse a los tiros.
En agosto, Lori se mudó con su familia a Rexburg, en Idaho. Llevó a Joshua, que ya había cumplido 7 años, y a Tylee, de 17. Alexander también fue de la partida. Ahora sí estaba -literalmente- más cerca de la casa de Chad. .
Apenas semanas después, el 19 de octubre, murió Tammy Daybell. Para los investigadores fue “muerte natural”; para su familia y amigos, algo absolutamente inexplicable. Tenía sólo 49 años y ningún problema de salud.

Ese mañana, Chad llamó al 911 para avisar que su esposa había fallecido durmiendo. Los agentes que acudieron a la vivienda no vieron nada extraño que los hiciera sospechar.
El hombre se negó rotundamente a que se le practicara una autopsia. Tammy fue enterrada el 22 de octubre.
Ninguno de los dos viudos tuvo un duelo demasiado extenso. Ni demasiado sentido. Convenientemente viudos, los dos rápido retomaron sus vidas y siguieron adelante con su relación.
La boda fue el 5 de noviembre de 2019. En una playa de Hawaii, un escenario tan idílico como romántico, la pareja dijo “si, quiero”. Y un detalle que luego sería relevante: Lori había comprado su alianza en Amazon el 2 de octubre. Antes de que Tammy falleciera.
La nueva vida de “una pareja sin hijos”
Después de mágico casamiento, Chad y Lori regresaron a Rexburg. A sus nuevos amigos les decían que no tenían hijos menores. Lori aseguraba que Tylee había muerto cuando era pequeña; de Joshua no hablaban.
Pero la familia de ella esta preocupada. Los abuelos del niño no podían establecer contacto con él. Por eso, y tras algunos meses de no poder verlo, hicieron la denuncia a la policía.
Cuando los agentes los visitaron en su casa, la pareja contó muy tranquilamente que el pequeño estaba viviendo con una amiga de Arizona, Melanie Gibb.
Frente a estos cuestionamientos, Lori le había pedido a ella que le dijera a los investigadores que Joshua estaba bajo su cuidado y que si querían verlo dijera que “lo había llevado al cine”.
Sin embargo, asustada por las consecuencias que esto podría traerle, Gibb admitió que la verdad era que el niño no vivía con ella.
Las alarmas se encendieron.
La inexplicable desaparición de los hijos de Lori Vallow
El 8 de septiembre de 2019, Lori y su familia habían hecho una excursión al Parque Nacional Yelowstone. Esa es la última foto en la que se ve a Tylee. La imagen muestra a la adolescente sonriendo al lado de su tío y abrazando a Joshua.

Al día siguiente, hubo varios llamados de Alexander desde el campo de Daybell. Además, el mismo Chad le avisó a su mujer en un mensaje de texto que había matado un animal y lo había enterrado en el terreno.
Días después, Lori sacó a su hijo más pequeño de colegio. Justificó la decisión asegurando que, por las características del niño, había decidido darle clases en casa.
El 23 de septiembre, a través de las cámaras de seguridad de la escuela se puede observar a Joshua jugando en el patio. Nunca más se supo de él.
“Zombis y espíritus oscuros”: el peor final
La investigación oficial comenzó el 20 de diciembre de 2019. Chad y Lori se habían “escapado” unos días antes a Hawaii. Los pasajes de la aerolínea revelaron dónde estaban.
El 26 de enero del año siguiente, los detectan en un lujoso resort de la isla. El 20 de febrero arrestan a Lori y la envían de nuevo a Idaho.

Pero hubo que esperar para saber dónde se encontraban los niños. El horrendo descubrimiento tuvo lugar el 9 de junio de 2020. Cuando las máquinas removieron la tierra del campo de Chad Daybell apareció lo peor.
El cuerpo de Tylee había sido desmembrado y quemado. Los investigadores creen que su tío Alexander -que murió debido a un coágulo en el pulmón en diciembre de 2019- fue el responsable de enterrarla.
A Joshua lo habían atado con cinta, tenía un plástico envolviéndole la cabeza y estaba adentro de una bolsa negra de residuos.
De acuerdo a los testimonios aportados en la investigación, la pareja creía en zombis y espíritus oscuros. Melanie Gibb reveló que Lori le había contado que Tylee y Joshua se habían convertido en zombis.

Y la única manera de liberarlos de esto era, según ella, matarlos. De este modo, aseguraba la mujer, podrían descansar tranquilos en su nueva vida.
Colby Ryan, el único hijo de Lori que sobrevivió, siempre recordó con amor a sus hermanos.
Fuente: www.clarin.com